Durante la Segunda Guerra Mundial, casi 600 niños nacieron en la Maternidad de Elna, huyendo del fascismo. Terminada la guerra, sin embargo, el edificio cayó en el abandono y el olvido. En 2001 el artesano que lo había comprado para hacer su taller descubrió, de la boca de uno de esos niños, la historia que escondían esos muros y juntos localizaron a la persona que lideró ese refugio durante cinco años: la enfermera suiza Elisabeth Eidenbenz. Fue así como contaron al mundo su historia. Ahora la Maternidad de Elna necesita nuestra ayuda para que siga siendo un espacio de memoria democrática. ¿Nos ayudas?
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